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jueves, 20 de enero de 2011

Juliana Sosa Toro y su amante J.J. se hallan tras las rejas

Hace tres años, cuando a Juliana Sosa Toro, en ese entonces representante de Antioquia al Reinado Nacional del Turismo, en Girardot, le preguntaron cuál era la decepción que marcaba su vida, ella, sin pensarlo mucho, respondió: “no he tenido ninguna que me marque como para recordarla”.

Ese interrogante fútil, de tantos que afloran en los concursos de belleza, le debe estar taladrando la conciencia ahora mismo entre rejas, en una penitenciaría mexicana, luego de su detención junto con otras cinco personas, en el mismo operativo en que cayó José Jorge Balderas Garza, alias ‘J.J.’, el narcotraficante implicado en el atentado al astro del fútbol paraguayo Salvador Cabañas, ocurrido hace un año (el 25 de enero de 2010) en un bar del D.F. mexicano.

A Juliana Sosa Toro, de 25 años, aventajada modelo colombiana residente en México, la justicia la asocia como compañera sentimental de alias ‘J.J.’, capturado en el sector de Las Lomas de la capital mexicana.

Vínculos

Otro capítulo novelesco que registra una vez más el estrecho vínculo que siempre ha existido entre las beldades colombianas (reinas, modelos y actrices) con la mafia no sólo local sino de otros países, particularmente México, hoy por hoy azotado por la mano sangrienta y demoledora del tráfico de drogas, que a diario ocupa páginas a granel en las secciones de crónica roja.

De Juliana se sabe que estudiaba Comunicación Social en una Universidad de Medellín, pero desde hace unos meses se encontraba domiciliada en Ciudad de México, donde residía con ‘J.J.’ en el exclusivo sector de Las Lomas de Chapultepec.

A Sosa Toro, en el momento de su detención las autoridades le incautaron dos paquetes de cocaína, lo mismo que sofisticadas armas con su respectiva munición.

Domicilio

Pero lo paradójico de este novelón, que nos recuerda los sonados casos de féminas coronadas que se ha dejado seducir por la mafia, entre ellas, Angie Sanclemente y Sandra Murcia, esta última, ex Señorita Guainía, que en su momento fue esposa del extinto narcotraficante Efraín Hernández, más conocido como ‘Don Efra’, es que Juliana Sosa reveló en su cuenta de Facebook, el sitio de residencia donde convivía con su pareja, un dato de primera mano para las pesquisas de la policía que desembocaron en su captura.

En su página de la red social se observa que la ex reina y modelo registra su dirección: “Lomas de Chapultepec, Distrito Federal, México”; así como la relación amorosa que sostiene con el capo.

Drama

De bellas facciones y dueña de un cuerpo escultural, con una promisoria carrera en el modelaje, Juliana habla, además de español, inglés e italiano. Con ella fueron capturados, Raymundo Rangel Madrid, de 25 años, originario de Laredo (Texas, EE.UU.), y los mexicanos Ricardo García González, 37 años; Daniel García, 30 años; Jorge Ramón

Madrid, 34 años, y Urín Madrid.

Por su parte, Balderas Garza, alias ‘J.J.’, negó que él hubiera disparado contra el futbolista Cabañas, aduciendo que el autor material de ese atentado fue un guardaespaldas de la mafia conocido por el remoquete de ‘El Contador’. Y agregó, a manera de broma, que Cabañas le debe una disculpa por el escándalo bochornoso que desde el comienzo ha desencadenado este hecho judicial, que según él, le ha generado jugosos dividendos en el tráfico de estupefacientes.

Además, aseguró, que nunca trabajó con Édgar Valdez Villareal, alias ‘La Barbie’, una de las poderosas cabezas del cartel de Sinaloa, hoy privado de la libertad, pero que sí recibió su apoyo en el negocio clandestino de las drogas.

‘San Próspero’

Juliana Sosa Toro, de ojos azules, piel trigueña y cabello castaño, pasa en estos instantes el trago amargo de su vida de telenovela, ella que, en 2008, cuando cumplía a su compromiso como candidata de Antioquia al Reinado Nacional del Turismo, manifestó temerle a la soledad y al encierro, y que se encomendaba a San Próspero cuando acosaban dificultades y problemas.

Muchas veladoras tendrá que prenderle Juliana a su santo de devoción, camándula en mano, para que la socorra y escuche sus ruegos en el capítulo más desolador y dramático que le ha jugado el destino, todo por culpa de la vanidad, el dinero en rama y la ambición desmesurada.

Fotos de Juliana Sosa Toro



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