En Venezuela, en nombre del pueblo ecuatoriano, el presidente se solidarizó con los damnificados, a quienes visitó personalmente, en los albergues organizados para acogerlos y les entregó nuevas ayudas.
El jueves pasado, se enviaron vía aérea dos cargamentos de ayuda humanitaria, que incluyeron nueve toneladas, 400 colchones, 400 cobijas, 20 carpas y 25 tanques para almacenar 2 000 litros de agua.
El domingo, se envió un nuevo lote con alimentos: azúcar, café, fréjol, aceite vegetal, leche en polvo, lenteja y harina de maíz, al igual que ropa y productos para el cuidado personal
En Venezuela, hay unos 120 mil damnificados por las fuertes lluvias y, de entre ellos, se ha identificado a unas 150 familias ecuatorianas.
Hoy, en tanto, el presidente Correa irá a Colombia, concretamente a Cali, una de las ciudades más afectadas por las torrenciales lluvias, y la recorrerá junto al presidente Santos.
Las lluvias en Colombia han sido terribles, han cobrado la vida de 244 personas y han dejado unos 243 heridos y casi 2 millones de damnificados. A ese país se enviaron también el jueves anterior, desde el Ecuador, 2 000 raciones, 200 colchones, 25 tanques para agua con capacidad de almacenamiento de unos 2 000 litros.
Las muestras de solidaridad entregando alimentos y vituallas a quienes están en desgracia es una actitud humanitaria que debe ser practicada siempre. Por lo demás, la visita del presidente Correa significa también el restablecimiento de la confianza en la región, y con Colombia debe ser asimilada como la evidencia de que las relaciones han retornado a la normalidad plena desde el más alto nivel de los dignatarios de los dos países.